Valores humanos
¿Qué son los Valores?
“¿Qué son los hombres desposeídos de los valores? Caminantes fatigados sin rumbo dando vueltas y más vueltas en el círculo vicioso, barcos al garete” Emma Godoy
Aún cuando el tema de los valores es considerado relativamente reciente en filosofía, los valores están presentes desde los inicios de la humanidad. Para el ser humano siempre han existido cosas valiosas: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud. Sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través de los tiempos.
Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas sociales, costumbres, principios éticos o, en otros términos, por el costo, la utilidad, el bienestar, el placer y el prestigio. Los valores son producto de cambios y transformaciones a lo largo de la historia. Surgen con un especial significado y cambian o desaparecen en las distintas épocas. Por ejemplo, la virtud y la felicidad son valores; pero no podríamos enseñar a las personas del mundo actual a ser virtuosas según la concepción que tuvieron los griegos de la antigüedad.
Es precisamente el significado social que se atribuye a los valores uno de los factores que influye para diferenciar los valores tradicionales, aquellos que guiaron a la sociedad en el pasado, generalmente referidos a costumbres culturales o principios religiosos, y los valores modernos, los que comparten las personas de la sociedad actual
¿Qué se entiende por valor? “Es la cualidad por la que un ser, una cosa o un hecho despierta mayor o menor aprecio, admiración o estima. En sentido humanista: lo que hace que un hombre sea tal. El valor se refiere a una excelencia o a una perfección. En sentido socioeducativo: son considerados pautas que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la realización de la persona. Son guías que dan determinada orientación a la conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social”
Clasificación de los valores
No existe una ordenación deseable o clasificación única de los valores; las jerarquías valorativas son cambiantes, fluctúan de acuerdo a las variaciones del contexto. Múltiples han sido las tablas de valores propuestas. Lo importante a resaltar es que la mayoría de las clasificaciones propuestas incluye la categoría de valores éticos y valores morales.
Tipos de valores:
Se le da valor a una persona, a un objeto o a un hecho a partir de las siguientes concepciones:
Monetario: ¿cuánto vale?, se le asigna un valor material, en función del dinero.
Estético: por la apariencia física (belleza, fealdad, suave, áspero, etc.)
Utilitario: ¿para qué me sirve?, en función del provecho que podemos obtener.
Cualidades o talentos: ¡que inteligente!, ¡canta precioso!, ¡es muy alegre!, ¡es un gran pintor!,¡ayuda a todo el mundo!, valoramos por aquello que admiramos.
Afectos o relaciones interpersonales. Aquí influye al momento de valorar los que sentimos, no es lo mismo valorar a una persona que apenas conocemos, que a un hermano, o amigo al que queremos mucho, existen sentimientos de por medio.
Definición de valores éticos y morales
Son principios con respecto a los cuales las personas sienten un fuerte compromiso de conciencia y los emplean para juzgar lo adecuado de las conductas propias o ajenas. Debemos de cultivar estos valores para lograr la excelencia. El mundo de los valores éticos o morales es el deber ser. La norma moral nos rige en nuestra conducta, determina nuestro deber ser. Por ejemplo: "La ética profesional es comportarse de manera responsable en la profesión, es el deber ser del profesionista".
Son los principios éticos universales los que moralmente deben regir nuestra vida personal, profesional y organizacional si deseamos cumplir verdaderamente con nuestra misión, con lo que debe ser.
Escala de valores
Es una concepción interna e individual de los bueno y lo malo, aunque existe una escala de valores universal, cada persona establece sus propios parámetros en función a su cultura y formación moral y espiritual. Una de las cosas más delicadas en la vida de un ser humano es romper o perturbar su propia escala de valores, porque esto le originará estados de conflicto, angustia, descontrol, inconformidad y finalmente un importante desequilibrio emocional y orgánico. Por lo tanto, es determinante que toda persona identifique, entienda y respete fielmente su propia escala de valores como base para mantener una autocrítica sana y poder alcanzar sus metas y objetivos con éxito. El objetivo es poder identificar los valores que se deben realizar para lograr el propósito personal, los valores que deben de guiar elecciones, decisiones y relaciones importantes en el próximo capítulo de nuestra vida.
¿Cómo identificar los valores propios?
Una manera de identificar si algo es auténticamente un valor nuestro, consiste en responder las siguientes preguntas:
• ¿En qué creo?
• ¿Estoy seguro de que realmente creo en esto?
• ¿Estoy lo suficientemente seguro de lo que creo como para comentárselo a mis amigos, como para luchar por ello?
• ¿Adquirí este valor bajo una presión ajena a mí, o por gusto mío?
Una forma de averiguar lo que valoramos, es vernos obligados a decidir entre ciertas cosas y seleccionar lo que consideremos más importante.
Prioridad de Valores:
Tal vez la dificultad principal, es, que por lo general la prioridad de valores en Occidente está ordenada en forma totalmente diferente a cómo debería ser; hoy en día el orden de importancia de éstos tiende a ser el siguiente:
1. Tener o poseer
2. Hacer o trabajar para lograr Tener o poseer más.
3. Ser como sea necesario para lograr Hacer lo que sea necesario y así Tener más.
Necesitamos un cambio interno, un cambio de filosofía, una verdadera y completa transformación en nuestro interior. Entender que tenemos que trabajar arduamente para llegar a ser en esencia como queremos Ser, aceptar que somos entes pensantes, espíritus, seres semejantes a Dios, que disfrutamos de este cuerpo de manera transitoria para pulirnos y perfeccionarnos en el Ser, y no para atesorar más y más riquezas. Ser concientes de que tal vez nunca tendremos de nuevo la oportunidad de rehacer las cosas que en realidad debimos hacer, en vez de habernos distraído con la ambición de poseer.
Tal vez, el primer paso consista en renunciar a la actual jerarquía de valores. En cuánto lo hayamos logrado, sin duda habremos recorrido gran parte del camino.
Alteremos entonces nuestro programa sustituyendo el orden prioritario:
1. Tener
2. Hacer
3. Ser
Por el siguiente:
1. Ser
2. Hacer
3. Tener
Concebimos los términos de la siguiente manera:
1. El Ser, Como nuestra esencia, energía, alma, espíritu, con facultades como memoria, conciencia, self, pensamiento, etc.; en una palabra, como todo lo que nos podemos llevar al morir.
2. El Hacer. Como la actividad, la labor o el trabajo esenciales para poder hacer nuestro trabajo y lograr así la plenitud de nuestro Ser.
3. El Tener. Como la posesión de todo lo necesario para poder hacer nuestro trabajo y lograr así la plenitud de nuestro Ser.
¿Qué es la libertad?
“Yo soy libre solamente en la medida en que reconozco la humanidad y respeto la libertad de todos los hombres que me rodean”.
Mijail Aleksandrovich Bakunin
¿Qué es la libertad? la respuesta más espontánea será “hacer lo que uno quiera”, sin embargo basta reflexionar un poco para comprender que eso resulta imposible. Si bien el ser humano no puede actuar como se le ocurra, tampoco está obligado a comportarse de una sola manera. La libertad es una capacidad propia del hombre. Los animales no pueden elegir, ellos están programados por la naturaleza, un perro solo puede ser un perro, en cambio una persona tiene la posibilidad de ser médico, ingeniero, secretaria, técnico especializado, maestra, etcétera.
El individuo es libre de elegir la manera de responder a los estímulos del medio en el que vive.
La libertad de querer alcanzar algo, no tiene asegurado que se alcance lo que se desea. Muchas situaciones dependen de la voluntad de cada persona, pero esto no siempre es así, precisamente porque existen muchas otras voluntades que constituirían un freno de la libertad individual.
Otro límite de la libertad es el hecho de que los seres humanos se insertan en una sociedad que cuenta con una cultura. La cultura condiciona, en parte, el pensamiento, las formas de comportamiento y las maneras de considerar la vida.
Es evidente que desde la cuna a cada persona se le inculcan principios, valores y creencias, algunos de los cuales limitan su libertad, pero a su vez esos elementos constituyen también el soporte necesario para construir la propia identidad.
Los obstáculos a la libertad
-
La ignorancia: consiste en la ausencia de conocimientos. Es un obstáculo a la libertad porque para elegir algo es preciso conocerlo, hay que abrir horizontes, buscar nuevas posibilidades. Muchos fracasos en las carreras profesionales se deben a una elección incorrecta. Igualmente el matrimonio al vapor, sin previo conocimiento de los novios, no presta ninguna garantía en la calidad de la elección.
-
El miedo: consiste en una perturbación emocional producida por la amenaza de un peligro inminente. Sea que se conozca o no el objeto amenazante, es un obstáculo que diminuye o anula la libertad humana. (angustia y ansiedad).
-
La cólera y otras pasiones: ira, enojo o coraje, producen una fuerte limitación en nuestra capacidad de elegir libremente. En general las emociones como el odio, la tristeza, la alegría, los celos, la envidia son respuestas orgánicas. La emoción llevada a grados extremos recibe el nombre de pasión. Las pasiones arrastran por completo al ser humano, que pierde todo control de si mismo y realiza actos de los que fácilmente se arrepiente unos momentos después.
-
La violencia: es una fuerza externa, física o psíquica, ante la cual es difícil o imposible resistirse. La violencia puede debilitar la libertad del sujeto hasta el grado de suprimir toda responsabilidad en lo que se refiere a la conducta realizada en esos momentos. Con suficiente preparación y precaución es posible disminuir y hasta anular la fuerza de la violencia. En lo que se refiere a la violencia psíquica en función de las amenazas veladas, el sujeto ve diminuida su capacidad de decisión.
-
Los desajustes psíquicos: debilitan la libertad debido a que la persona se siente atada a ciertos patrones de conducta, y a ciertos mecanismos de defensa.
Las libertades fundamentales del hombre
En la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (ONU), se reconoce la libertad como uno de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre. El artículo 4to. la define como “la posibilidad de hacer todo aquello que no daña a los demás”, el límite de la libertad de cada quien, es el derecho de los otros. Para que cada persona pueda disfrutar de su libertad, es preciso que respete la de los demás.
Es importante considerar que un ser humano no puede tener una verdadera libertad sin antes valorarse internamente, ya que sólo será capaz de respetar a los demás en la medida de que se respete a sí mismo. Hacer buen uso de la libertad exige elegir pensamientos, sentimientos y acciones que le permitan construir un mejor futuro.
Cada individuo es arquitecto de su propio destino. La vida de toda persona es única e irrepetible y cada decisión que toma la va formando y dándole un cauce. Por eso es necesario poner mucho cuidado en decidir aquello que sea mejor para garantizar una vida satisfactoria.